Muchos han hablado sobre Albert Einstein. Generaciones de escritores, maravillados tanto de su intelecto, como cautivados con su personalidad y mas que nada, sorprendidos por los tremendos resultados obtenidos de la aplicación sus conocimientos. A lo largo de este medio siglo que nos separa de su partida, hemos podido comprobar que también ha sido el causante de un cambio fundamental, más allá de la física. Me refiero al empuje con que realizó cambios profundos en nuestro enfoque de la ciencia: todo es relativo. Aunque este pensamiento es controversial, lo realmente maravilloso es lo que ocurre en todos nosotros, no solamente a los físicos o matemáticos. Einstein, con su mirada triste y profunda, manipulando con picardía nuestros recónditos pensamientos en busca de viajes por el tiempo, por el espacio, en aventuras maravillosas que recién están comenzando. No importará que luego otros se contrapongan. Porque a partir de su genialidad, comenzamos a creer que todo será posible, que alcanzaremos la inmensidad del espacio, desde nuestro refugio en la pequeñez del átomo; que atravesaremos las distancias seguramente, arrastrados inesperadamente por su fórmula increíble, la misma que nos permitirá atravesar a velocidad de ensueño, el tiempo que fluye entre nuestros orígenes y nuestro destino.
Eduleira dijo en 200 palabras el 15/03/2008 11:45
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