sábado, 1 de marzo de 2008

Hitchckokero

El doctor H. Zano había atendido numerosas consultas. Fastidiado consultó su cronómetro, así descubrió que era tarde y debía darse prisa si quería llegar temprano al recital de piano y orquesta de su prometida, Wanda Q. --¡Si el reloj se detuviera! --, pensó, mientras bebía. De todos modos, dependía de su agenda para sus citas y algunas, jamás podía. El Tirano le sugirió que se apurara, cosa que hizo y aceleró para cruzar antes del cambio de luces, que lo traicionó… así que frenó bruscamente a centímetros del camión con zorra que cruzaba sonriendo perezosamente, según le pareció. Miró el reloj para saber el tiempo perdido en este cruce, pero el Implacable gritó: --¡Tarde! --. Comprendió que no llegaría al primer movimiento, así que bebió dos tragos. Al reanudar la marcha tarareaba una melodía conocida. Como estaba en primera fila, partió rápidamente, ya no se moderó, sino que su velocidad imitaba una ambulancia. Un extraño placer lo embargaba, mezcla de satisfacción y dudas, antes de estrellarse definitivamente contra aquel transporte, que perplejo cruzaba la avenida. En aquel momento, Wanda Q. & Orquesta remataban magníficamente, los compases de la Marcha Fúnebre Para una Marioneta, de Charles Gounoud.

Eduleira dijo en 200 palabras el 15/02/2008 17:08

martes, 26 de febrero de 2008

Tránsito

Nuestra rambla es muy conocida, además de su belleza paisajística, por el caudal enorme de autos que la circulan. Pueden no creer esta historia, pero hay vecinos que apoyan lo que nos cuenta Camila Sanchez: "Sería miércoles de mañana, cuando los de Tránsito cortaron la rambla por reparaciones. Cuando quisimos almorzar descubrimos que para ir a comprar los alimentos debíamos atravesar el nuevo desvío, pero sin personal para supervisar el cruce, ni semáforo, ni cebra.”-decía -. “¿Vieron el enorme monstruo vehicular, que totalmente fuera de control, puja por obtener una mejor ubicación en las calles interiores, lejos de la rambla?”-¡Si!, contesté -. “Bien, los Sánchez nos abrazamos en silencio, comisionando a María, nuestra hermana, para que acometiera la difícil tarea de ir por las provisiones. Cruzó corriendo, ganándose algunos insultos de los furiosos motoristas. Tras las compras, intentó regresar, pero el flujo de automóviles se había incrementado, así que lo dejó para más tarde, comunicándose por celular para que buscáramos otra solución. Luego supimos que la medida se prolongaría aún algunos meses, por lo que esperamos que María pueda estar bien en el supermercado, porque al agotar su móvil, dejamos de tener noticias suyas… hace hoy como veinte días.”

Eduleira dijo en 200 palabras el 19/02/2008 15:35